jueves, 13 de noviembre de 2008

Con Estrellas en la Cara

Era el universo frío cuando ni el sol ni la luna existían, era todo
desorden y soledad cuando nada existía alrededor. Fue hecho el polvo que formaba nubes en el vacío, fueron hechas rocas que flotaban errantes, algunos seres sombríos que habitaban en ellas, algunos sentimientos vagos para que estos seres pudieran vivir y crecer, y a criterio de ellos, mejorar. Pero algo faltaba, algo no parecía completo, todavía no existía la luz, y la noche era oscura, no existía tampoco razón alguna para que nuevos sentimientos nacieran y crecieran, y ayudaran a estos seres a ser lo que soñaban ser.

Fueron entonces creados ellos, el sol en el cielo y la luna junto a él, los dos a la misma orden del creador, como si fuera necesaria la presencia del uno para existencia de la otra. Pero se dieron cuenta entonces que si era imprescindible, no por que no pudieran haber sido separados, sino porque sus sentimientos, que eran mas fuertes que cualquier otra fuerza del universo, no lo hubiera permitido de otra manera.

Un eclipse había en el universo, una unión continua de sol y luna, besándose, tocándose, siendo uno, viéndose a los ojos el uno al otro, disfrutando segundo a segundo su mutua compañía. Y no había nada malo ni extraño en ello, estaban destinados a estar juntos, desde el principio y para siempre.

Viendo entonces entonces los humanos (que era el nombre que habían escogido estos seres que poblaban el universo, en un intento de ser lo que querían ser), la dicha que manifestaban estos astros, y asombrados por el brillo y el resplandor de eso que reconocieron como amor, sintieron envidia. Sintieron celos de algo que ellos no habían podido tener en su búsqueda de ese vacío que sentían por dentro, esa falta de eso que es importante en la vida, y aun fuera de ella. Decidieron entonces, en un ataque de lo que luego se llamaría ira, evitar ese amor destinado a ser eterno. Concluyeron que la mejor manera de hacerlo sería separándolos para siempre y no dejarlos que fueran uno, o se tocaran, o si quiera se besaran. Se dieron a la tarea de construir un planeta en medio de los dos, un planeta lo suficientemente grande para esconder los ojos de cada uno tras este, y fue así como construyeron la Tierra. Y decidieron vivir en ella, pues había sido su creación, y para asegurarse que si ellos no podían conocer el amor verdadero, ni la luna ni el sol lo hicieran.

Es entonces desde ese momento que cuando vemos al cielo por las noches, vemos las lágrimas de la luna que deja en su pasar mientras intenta encontrar a su pareja, gotas de tristeza que nosotros llamamos estrellas, he inspiran deseos de llegar mas allá.

Es entonces también que la luna brilla con espléndida blancura, cuando el sol la logra iluminar aunque sea un poco. Y la vemos y soñamos, y escribimos poemas, y pensamos, en nuestra propia luna, o nuestro propio sol. Es por eso que como niña juguetona se ruboriza cuando, como jugando con su amado, se esconde tras la Tierra, por unos minutos hasta volver a brillo que le devuelve blancura de pureza. Y lloramos, porque los minutos son pocos.

Desde ese momento también, es que el sol en su radiante furia nos golpea con el fuego de su dolor, nos escondemos, nos protegemos de sus espadas ardientes que están constantemente buscando venganza, por lo que le hicimos, por lo que tal vez algún día tendremos que pagar. Desde entonces, avergonzados, no podemos, por mas que intentemos, ver la cara del astro rey, temerosos de que una sola mirada descargue toda la ira acumulada desde que el mismo humano la inventó. Disfrutamos, sin embargo, de hermosos celajes ofrecidos a la luna cuando el sol se esconde y la puede ver, por minutos, preciados minutos. Y pensamos, solo pensamos.

Por eso, así, el mundo se paraliza, el que grita queda silente, el que escucha no puede atender mas a los llamados, el que no siente no puede evitar sentir, cuando por un momento, un breve momento, y después de muchos años de separación, el sol y la luna se vuelven a unir, vuelven a tocarse, vuelven a mirarse, vuelven a ser uno, y ese eclipse maravilloso en el cielo que ilumina y oscurece a la vez el mundo, nos demuestra que a un amor que debía durar desde siempre y para siempre, nada lo puede separar.

martes, 11 de noviembre de 2008

Reincarnation or Rebirth?

As I understand it, the difference in rebirth lays in the absence of a soul for a person. If there was a soul, we would be that soul, my body would just be a vessel for my soul ... but if I can say MY soul, then what am I? My answer is ... Nothing, we are nothing, or everithing ... in the sense of all the parts that conform me, that is: mind, senses, sensations, conciousness, and form (or body), that is the 5 aggregates, or the five parts that conform a persons self. But, when one of them is missing, the concept of persons disolves, leaving a nothing, that's why when someone's form aggregate (body) gets missing (dies) the person stop being that person.

What's left then? Karma, our actions, and the results of them, Karma can not be escaped, so as long as you produce Karma (by selfishly acting thinking at least a bit about you ... wich is mostly always) that Karma needs a result, so, if you "die" while still having unresolved Karma, you get born again (only Buddhas don't produce Karma, so they receive the results of any unresolved Karma during their last life, so when they die they don't get reborn again ... Nirvana!!! Yey!!!)

So, you are the result of your Karma, how you treated or thought about your body, results in your current body, how you cared for or used your mind, results in what you consider your current mind.

The analogy that works for me the best is the passing of a candle's flame. You ingnite a flame of a candle with another candle's flame, then the first one gets extinguished and the second one keeps burning. Is not the same flame, yet, is the product of the first one, making it kind of the first one, only in another place, but still is different because of it's context, the colour of the new candle, it's height, it's material.

So it's still you ... only is not you ... is you.

Hope it helps ... hope I wrote it right.

NaMasTe

--------------------------------
From the heart sutra:

Gate gate paragate parasamgate bodhi svaha.

(Gone, gone, gone beyond, gone altogether beyond, O what an awakening, all-hail!)

Pequeña Serenata Diurna - Silvio Rodriguez




Vivo en un país libre
cual solamente puede ser libre
en esta tierra, en este instante
y soy feliz porque soy gigante.

Amo a una mujer clara
que amo y me ama
sin pedir nada
o casi nada,
que no es lo mismo
pero es igual.

Y si esto fuera poco,
tengo mis cantos
que poco a poco
muelo y rehago
habitando el tiempo,
como le cuadra
a un hombre despierto.

Soy feliz,
soy un hombre feliz,
y quiero que me perdonen
por este día
los muertos de mi felicidad.

Soy feliz,
soy un hombre feliz,
y quiero que me perdonen
por este día
los muertos de mi felicidad.

jueves, 30 de octubre de 2008

Fantasmas de mi felicidad

"Soy feliz,
soy un hombre feliz,
y quiero que me perdonen
por este día
los muertos de mi felicidad".

... dijo una vez algún chavalo con una guitarra (mis respetos a Silvio y su guitarra)

Lo que no dijo es que primero hay que perdonarse a uno mismo por haberlos matado, caso contrario, se convierten en fantasmas ... los fantasmas de mi felicidad. Que andan por ahí acechando mi rutina diaria, sin que se vean a plena luz de día, pero sí en el rabillo del ojo cada vez que me descuido y no pongo suficiente atención a lo que estoy haciendo. O peor aún, cuando estoy disfrutando de esa felicidad producto de su muerte y se empeñan en recordarme que andan por ahí, todavía medio vivos, pero medio muertos, moviendo sus brazos para ser notados, entonces vuelvo a ver y me distraigo de lo que sea que esté disfrutando en ese momento, como cuando camino tomado de mi mano, como cuando me vuelvo a ver y me sonrío, como cuando en la cama me abrazo ... y me distraigo, porque veo algo con el rabillo del ojo.

Vuelvo mi mirada para ver que es lo que mi ojo está viendo inconscientemente y me doy cuenta que son ellos, todos esos pasados que tuve que dejar tirados y solos, que son al final de cuentas parte de mi vida pero no mi vida, mi vida soy yo, mi vida es mi presente, mi vida es lo que yo haga de ella hoy, para disfrutarla también mañana y el día después de ese. Esos muertos ya están muertos, si me perdonan o no, ya es muy decisión de ellos. Si me perdono yo, o no ... es decisión muy mía ... solo mía ... tal vez lo haga adecuadamente algún día, y ese día esos fantasmas desparecerán y quedarán donde deben estar, en la memoria, donde yo los puedo controlar.

Tal vez cuando esté más hacia la izquierda, un centímetro más hacia la izquierda, por ahora estoy un poco hacia la derecha.

Centro ... allá voy ... y un instante después, hacia adelante ... siempre hacia adelante.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Una nueva era


Yo no me veo porque estoy corrido un par de centimetros hacia la derecha ... ella me está jalando hacia el centro ... y luego hacia adelante

martes, 28 de octubre de 2008

¿Por qué me suena?

Dos centrímetros hacia la izquierda

Cuando termina una relación, termina una era, termina una vida, termina algo que teníamos y empieza algo nuevo, diferente. Es un cambio que a algunos les afecta un poco más que a otros, o por más o menos tiempo. Pero al final a todos nos mueve el mundo al menos lo suficiente para considerar que este cambió.

Es como si parpadeáramos y durante el instante en que teníamos los ojos cerrados, alguien hubiera hecho trampa y moviera todo un par de centímetros hacia la izquierda, y cuando abrimos los ojos luego de ese instante, todo parece estar fuera de lugar, las cosas parecen no estar donde deberían, como todo se movió, ahora tropezamos con cosas que antes no estaban ahí, o siempre han estado pero antes no las notábamos porque estábamos acostumbrados a esquivarlas, antes movíamos un pie, corríamos una mano, lo esquivábamos y no lo tocábamos a menos que lo quisiéramos. De repente ahora, y 2 centímetros hacia la izquierda, esos objetos en nuestras vida, que además tienen esquinas y orillas filosas, nos golpean cuando pasamos, nos lastiman, nos hacen moretes y a veces cortaduras.

Pero entonces me detengo, no camino, evito moverme para no golpearme contra todas esas cosas que están alrededor mío (que para hacerlo más grave están 2 centímetros hacia la izquierda, y no donde yo las había colocado) y ahora me están haciendo daño, me golpean, me cortan. Una vez quieto, decido dar un vistazo a mi alrededor, observo, analizo, y entonces me doy cuenta que todo lo que estaba a ahí, sigue ahí, en el mismo lugar, donde estaba antes, me doy cuenta que fui yo el que me moví ... 2 centímetros hacia la derecha ... y entonces entro en razón que ese cambio fue voluntario, pensado, planeado, y que no solo tengo que asumir responsabilidad por haberlo hecho, sino que tengo que recordar que ahora tengo que esquivar 2 centímetros a la derecha todas esas cosas que están ahí, que no me golpean, sino que yo me golpeo con ellas si no se como usarlas para mi bien y mi crecimiento.

Y entonces puedo caminar tranquilo y naturalmente, para darme cuenta, en algún momento cercano que ni los objetos en mi mente están 2 centímetros a la izquierda ni yo 2 a la derecha, sino que tanto yo como mi entorno nos movimos, juntos, no hacia la izquierda ni hacia la derecha, sino hacia adelante ... siempre hacia adelante